Duelo de "verdes", para la visita

Por "Tache"

Deportivo Cali y Atlético Nacional se enfrentaron, en el Estadio de Palmaseca, luchando por un cupo a la final de la Liga Águila 2019, en el encuentro que constituyó su choque número 128, dentro del fútbol colombiano.

La temperatura rozaba los 23 grados centígrados, a las 7:30 de la noche del domingo 26 de mayo y en el estadio, todo estaba listo para el pitazo inicial del “clásico verde”. Con los 22 jugadores que fueron elegidos como titulares, en el terreno de juego, acompañados por la terna arbitral, el esférico rodó después de que se realizará un minuto de silencio, por el fallecimiento de la antigua jugadora de la Selección Colombia, Leidy Asprilla.

Desde los primeros minutos, Deportivo Cali impuso condiciones en la cancha, a tal punto, que su primer acercamiento al arco rival se dio por intermedio del goleador Dineno, quien al minuto 5 remató, de cabeza, un balón aéreo que envío hacia el costado derecho de la portería de José Fernando Cuadrado. Vencido el arquero, en esta ocasión fue el travesaño el que ahogó el grito de gol de los 25.000 espectadores que ocuparon buena parte de las gradas del escenario vallecaucano.

No iba a pasar mucho tiempo antes de que el Deportivo Cali volviera a generar opciones de gol: 4 minutos con 15 segundos después de la ocasión de Dineno, el balón volvió a rondar el arco antioqueño y, transcurridos 17 minutos del primer tiempo, la imagen del Nacional ganador de siete títulos internacionales no aparecía por ningún lado; la presión alta del Deportivo Cali obligaba al conjunto antioqueño a permanecer por detrás de la línea de la mitad del campo, replegado, aguardando alguna posibilidad de contraataque.

Esta, finalmente, apareció en el minuto 20, liderada por el atacante argentino Hernán Barcos, quien desbordó por banda izquierda e, ingresando al área rival, envió un buscapiés que no encontró destinatario frente a la portería de Camilo Vargas.

El partido entró en una zona de rivalidad pareja, hasta que, al minuto 37, Vladimir Hernández malogró la ocasión más clara que tuvo Atlético Nacional en la primera parte: solo, debajo de los tres palos, con el portero Vargas jugado al lado opuesto de la acción de gol, el balón le jugó una mala pasada a Hernández quien, al rematar, falló la acción, para que el balón se fuera desviado, a metros de la portería caleña. Momentáneamente, se escapaba la ventaja para el cuadro dirigido por el entrenador interino Alejandro Restrepo.

Las amonestaciones tampoco se hicieron esperar en el juego: Nicolás Hernández inauguró la lista, recibiendo la primera amarilla de la noche, para Atlético Nacional, al minuto 21; mientras Delorenzi, por parte del cuadro azucarero, fue amonestado al minuto 47. La cuenta, tras los 90 minutos, se iba a cerrar con seis amarillas para jugadores del Deportivo Cali y tres para los de Atlético Nacional.

Finalizado el primer tiempo, el cuadro azucarero evidenció superioridad en la posesión, con 60% de control frente al 40% de Nacional. Así mismo, el conjunto local intentó 9 disparos, de ellos uno con dirección a portería, mientras que Nacional registró 5 remates, todos ellos desviados.

Con el inicio de la segunda mitad, el cuadro verde de Antioquia tomó un nuevo aire y, queriendo dejar atrás la mala racha de partidos internacionales y locales, que en suma definieron la renuncia de Paulo Autuori, salió con garra y decidido a dominar el encuentro. Al minuto 50, Hernán Barcos remató por primera vez en dirección al arco de Camilo Vargas. Si bien el estadio de Palmaseca vibraba, la transición de Nacional de un equipo replegado a uno ofensivo fue evidente, así como el ajuste de una defensa que se mostró más sólida por las bandas, olvidando los errores que, en los primeros 45 minutos, la habían puesto a "sudar frío".

Con el capitán Daniel Bocanegra como guía, la zaga nacionalista se organizó, generando despliegues rápidos por las bandas, que empezaron a incomodar al Deportivo Cali, al punto de que Juan Camilo Angulo tuvo que cometer infracción, para frenar el avance visitante al minuto 61. Desde 30 metros, y un poco escorado hacia la zona derecha del arco defendido por Cuadrado, Bocanegra realizó una potente y certera ejecución, superando la barrera y dejando sin opción a Camilo Vargas.

Así, los verdolagas de Medellín encontraron el respiro y la motivación que andaban buscando: un golazo, el mismo gol que les permitía renacer, dándoles la oportunidad de salir de este bache deportivo y recuperar opciones reales en el cuadrangular.

El Deportivo Cali reaccionó, con sus jugadores determinados a buscar el empate. Al minuto 70, mediante una acción de juego aérea, pudieron acercarse al arco de Cuadrado, pero no lograron convertir. Los dos equipos mostraban fútbol, dominio, fuerza, agilidad y destreza en el remate del compromiso, bajo el cielo vallecaucano.

Dentro de ese tira y afloje, Atlético Nacional obtuvo la posibilidad de ampliar la ventaja al minuto 87, luego de que el juez de línea determinara una mano dentro del área azucarera. Penalti a favor de la visita: Hernán Barcos situó el balón en el punto fatídico, mientras las 25.000 personas presentes en las tribunas aguantaban la respiración, cruzando los dedos, rezando, apretando los ojos, expectantes ante la oportunidad.

Barcos ejecutó a lo panenka, pero la experiencia del capitán e integrante de la Selección Colombia, Camilo Vargas, le dio la intuición necesaria para atajar el remate, sin moverse de la mitad de la portería.

Un par de jugadas más y cuatro minutos adicionales le quedaron al partido... Con Vargas convertido en superhéroe, en salvador, Cali buscó igualar hasta el minuto 95, pero no pudo concretar y, tras un duelo intenso, Atlético Nacional celebró la victoria en condición de visitante.

Ambos equipos demostraron por qué son dignos de estar disputando esta instancia del torneo y, con este resultado, dejaron todo abierto en el cuadrangular II, tras el empate que también cosecharon Deportes Tolima y Atlético Junior, en Ibagué.

A falta de dos fechas para el cierre del grupo, los cuatro equipos tienen opciones de ser finalistas, si bien el conjunto vinotinto y oro, dirigido por Alberto Gamero, encabeza la tabla, con los mismos puntos que Junior, pero con mejor diferencia de goles.